En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció 17 objetivos mundiales de desarrollo sostenible como parte de su programa para 2030. La idea detrás de esta lista de objetivos es que se utilicen para realizar un seguimiento del progreso mundial hacia un futuro sostenible. Se utilizan como método para cuantificar y centrar los esfuerzos y pueden considerarse como un marco a seguir por legisladores, empresas y particulares. Para trabajar por un mejor futuro, es importante que todos tengamos en cuenta estos objetivos.
En nuestro planeta, rico en recursos, no hay excusa para que muchas personas sigan viviendo en situación de pobreza extrema. Aunque la pobreza extrema se ha reducido a la mitad en todo el mundo desde 1990, alrededor de una décima parte de la población mundial sigue viviendo con menos de 1,90 dólares al día y se enfrenta a graves dificultades para cubrir incluso sus necesidades más básicas. Frente al cambio climático, las injusticias sociales y la creciente desigualdad, erradicar la pobreza extrema en el mundo puede parecer un reto imposible. Pero el primero de los ambiciosos objetivos de desarrollo sostenible pretende erradicar esa pobreza para 2030.
El futuro del planeta depende de nuestra capacidad para alimentar a una población en constante crecimiento, pero nuestros sistemas actuales se quedan lamentablemente cortos. Muchas personas pasan hambre en todo el mundo. La desnutrición por carencia de micronutrientes afecta a 2.000 millones de personas en todo el mundo. En 2017, los desastres relacionados con el clima causaron inseguridad alimentaria aguda a unos 39 millones de personas en 23 países. Además, los niveles de CO2 en la atmósfera están afectando negativamente a la composición nutricional de alimentos básicos como el arroz y el trigo. Los factores sociales, políticos y medioambientales agravan los problemas existentes en la producción de alimentos. Mediante la reforma agrícola y otras iniciativas, el segundo objetivo es acabar con el hambre y la desnutrición para 2030.
Eliminar muertes innecesarias y garantizar una población mundial sana en cuerpo y mente también es clave para el desarrollo sostenible. La cobertura sanitaria debe ser universal y nadie debe morir por una enfermedad evitable. El tercer objetivo introduce metas sanitarias para reducir las tasas de mortalidad infantil y subraya la necesidad de trabajar por una asistencia sanitaria sostenible para todos.
La educación es crucial para la emancipación y la igualdad. Sin embargo, desgraciadamente, millones de niños no la reciben y millones carecen incluso de las competencias básicas de lectura y escritura. Este objetivo de desarrollo sostenible resalta la necesidad de garantizar que la educación sea accesible para todos y que las personas tengan la oportunidad de seguir aprendiendo a lo largo de su vida.
Las mujeres y las niñas han sufrido durante mucho tiempo debido a las normas sociales que permiten una serie de diferentes formas de prejuicios de género en todo el mundo. Este objetivo implica asegurarse de que nadie quede excluido o sea considerado inferior debido a su género y también de que se corrijan los desequilibrios y desigualdades anteriores.
La gestión sostenible del agua dulce del planeta es una preocupación crucial de la sostenibilidad. Este objetivo implica trabajar por la gestión sostenible de los recursos de agua dulce y garantizar que todos tengan acceso al agua dulce y al saneamiento, independientemente del lugar en que vivan.
La energía renovable es crucial para un futuro sostenible. Este objetivo pretende garantizar que, a medida que avanzamos hacia una economía sin emisiones de carbono, la energía renovable, limpia y asequible esté al alcance de todos, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. No basta con que desarrollemos y utilicemos tecnologías de energía renovable, también debemos garantizar que las naciones más pobres puedan seguir el ejemplo.
Para 2030, el objetivo de la ONU es establecer políticas de desarrollo sostenible del turismo, las empresas, el comercio, y las instituciones financieras en las naciones en desarrollo. Asimismo, se pretende garantizar que haya buenas oportunidades de trabajo para todos y que las naciones menos desarrolladas puedan hacer crecer sus economías al menos en un 7% del PIB.
Otro objetivo es garantizar que la inversión en infraestructuras mantenga el ritmo de progreso de la industria y la fabricación, que la industrialización en todo el mundo sea inclusiva y sostenible, y que se fomente y promueva la innovación que nos ayude a afrontar los retos actuales y futuros.
Este objetivo consiste en garantizar que, en la creación de riqueza, no se deje atrás a quienes se encuentran en la parte inferior de la escala. Pretende mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población a un ritmo superior a la media nacional, y aspirar, en todos los casos y de diversas maneras, a reducir la brecha entre los más ricos y los más pobres en la sociedad.
En el mundo moderno existen enormes problemas e injusticias en cuanto a cómo y dónde vive la gente. Cada vez más gente se concentra en las ciudades. Para que esto funcione en el futuro, las ciudades y otras comunidades deben estar mejor diseñadas para satisfacer nuestras necesidades. A medida que aumentan las exigencias a las que están sometidas las ciudades del mundo, es más importante que nunca que las comunidades sean integradoras, resilientes y sostenibles. Deben ser lugares seguros, productivos y adecuados para la vida humana, y capaces de afrontar los retos que se nos presenten en el futuro.
Con el fin de mantener la vida humana en la Tierra, es crucial que nos alejemos del consumo excesivo y reduzcamos los residuos. Este objetivo pretende garantizar que, en todo el mundo, adoptemos modelos de consumo y producción sostenibles, incluidos el uso de métodos de producción ecológicos y la reducción de desechos en todas sus formas. Avanzar hacia este objetivo implica seguir las cinco "R": rechazar, reducir, reutilizar, reparar y reciclar. Además, implica avanzar hacia sistemas de residuo cero y hacia economías circulares.
La mayoría ya es consciente de que nos enfrentamos a una emergencia climática. Este objetivo de desarrollo sostenible estipula que debemos tomar medidas urgentes para combatir esta emergencia. Esto debe hacerse a través de una serie de acciones de mitigación y adaptación, incluyendo la regulación de las emisiones y la promoción del desarrollo de energías renovables y otras prácticas de sostenibilidad. Para mantener la temperatura global por debajo de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, las emisiones deben reducirse en torno a un 45% respecto a los niveles de 2010 para 2030 y llegar a ser nulas en torno a 2050. Los resultados de no cumplir estos objetivos serán catastróficos.
Los océanos son absolutamente vitales para la vida en la Tierra y sin embargo, tanto ellos como las numerosas especies que albergan corren grave peligro. Este objetivo implica la conservación de los océanos y mares de la Tierra y la adopción de medidas para conservar los entornos marinos y utilizar sus recursos con prudencia. Tomar medidas climáticas para frenar la subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura de los océanos, y reducir la contaminación por plásticos son factores clave para alcanzar este objetivo.
El siguiente objetivo de desarrollo sostenible se refiere a la protección y restauración de los ecosistemas terrestres. Se trata de proteger los bosques y otros ecosistemas cruciales y sus especies. Implica poner fin a la terrible pérdida de biodiversidad que el mundo está experimentando actualmente, e invertir un patrón de degradación de la superficie terrestre. La pérdida de biodiversidad es especialmente preocupante. La abundancia de especies ha disminuido un 60% desde 1970. En la cadena alimentaria humana, la pérdida de biodiversidad está afectando a la salud y al desarrollo socioeconómico. Existen importantes implicaciones para el bienestar, la productividad e incluso la seguridad regional. Todos estos problemas no harán sino intensificarse a medida que continúe el calentamiento global. Este objetivo establece metas para preservar la biodiversidad de una serie de ecosistemas diferentes, como porcentaje de la masa terrestre total, y para restaurar los ecosistemas que han sido dañados por la humanidad.
Uno de los mayores obstáculos al desarrollo sostenible ha sido la discordia, la violencia y la falta de responsabilidad de los infractores. Para crear comunidades pacíficas y sostenibles, este objetivo establece la necesidad de eliminar las principales injusticias, como los delitos violentos, el tráfico sexual, el trabajo forzado y otras formas de abuso en todo el mundo. Exige el acceso a sistemas de justicia imparciales y justos para todos y establece la necesidad de crear sistemas judiciales eficaces que rindan cuentas y sean inclusivos a todos los niveles. Como parte de este objetivo, se destaca la necesidad del registro universal de nacimientos, los derechos civiles y los servicios sociales.
Por último, el último de los 17 objetivos de desarrollo sostenible destaca la importancia vital de la cooperación internacional. Se considera crucial para alcanzar con éxito los objetivos anteriores de esta lista y se incluye como recordatorio de que los países que trabajan en pro de los objetivos deben colaborar en lugar de competir. Las asociaciones en materia de conocimientos y experiencia, tecnología e innovación, y en términos financieros son cruciales para alcanzar los objetivos, al igual que la cooperación entre los sectores público y privado.
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